LA AEC EN EL GRAN CARIBE

AGC/Column 001/2013

La AEC nace el 24 de julio de 1994 en Cartagena de Indias, constituida por veinticuatro Estados miembros y cuatro Estados asociados. La creación de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) es el resultado del trabajo de  un grupo de visionarios durante la década de los años 1980-1990. Con un profundo conocimiento de las difíciles y complejas circunstancias internacionales de aquel momento, concibieron este espacio de diálogo para la cooperación entre los países del Gran Caribe. Todos  los gobiernos pertenecientes a esta región acogieron con entusiasmo esta idea y contribuyeron en forma decisiva a su establecimiento.

 

En el contexto del mundo contemporáneo, marcado por la descentralización del poder político global, por crisis severas dentro de algunas de las economías de la Unión Europea, por el fortalecimiento de los procesos de integración y de cooperación de las naciones latinoamericanas y caribeñas, la AEC es hoy, más que nunca, una poderosa herramienta, única en las actuales circunstancias, en las que sus estados miembros y los miembros asociados pueden dialogar y colaborar  libre y autónomamente sobre asuntos vitales  que afectan a todos los habitantes del Gran Caribe.  Algunos de estos asuntos no permiten espera alguna, tales como el protegernos contra la extrema vulnerabilidad de las islas y de los litorales caribeños, cada vez más vulnerables ante la amenaza de los desastres ocasionados por los fenómenos naturales; al igual que el salvaguardar nuestro mar Caribe, razón principal de nuestra existencia, y trabajar juntos por el logro de una mejor conectividad aérea y marítima que facilite el comercio, la comunicación y el crecimiento cultural necesario entre el Caribe Latinoamérica.

 

En tal sentido, es necesario fortalecer y acrecentar los logros obtenidos hasta el momento por la AEC los cuales, se han podido alcanzar a pesar de muchas dificultades. Como nunca antes, tenemos una plataforma de cooperación funcionando muy bien a nivel regional en asuntos de prevención de desastres, y adecuada para abordar grandes macro proyectos en esta área. Por otra parte, es mucho lo que hemos avanzado en coordinar los esfuerzos para el desarrollo de programas comunes en materia de turismo sostenible, actividad sensible y estratégica para todos los países del Gran Caribe. La AEC es, la organización regional ideal  dentro del hemisferio  para  que los actores de la región trabajen para desarrollar una producción conjunta, inversiones e iniciativas de comercio  y para construir políticas e instrumentos de trabajo con vistas a la protección y mejora de la forma de vida y el sustento de aproximadamente 250 millones de personas. En relación con la conectividad, hemos dado pasos importantes para facilitar el diálogo entre las líneas aéreas de la región. Y estoy seguro que podremos avanzar muchísimo en programas de cooperación en educación, cultura, ciencia y tecnología.

 

La historia me ha enseñado que hay procesos que maduran más lentamente que otros, particularmente en medios los mayores retos. No es fácil, de ninguna manera, poner a dialogar y a compartir proyectos de interés común a naciones que durante siglos estuvieron separadas las unas de las otras, acostumbradas a verse  con indiferencia  y separadas por barreras tan poderosas como los hábitos construidos por un pasado colonial y por lenguas distintas.

 

Pero también he aprendido de la historia que la fe en los ideales, la paciencia para vencer las dificultades y el entusiasmo para avanzar con optimismo y una buena dosis de pragmatismo vencen todos los obstáculos por muy poderosos que estos sean.

 

Testimonio de esto es el hecho de la reunión y los resultados colectivos logrados en la V Cumbre de Jefes de Estado y/o Gobiernos de la AEC quienes se reunieron el pasado abril Pétion Ville, Haití. En dicha cumbre expresaron su decisión de fortalecer la AEC, partiendo del reconocimiento de que es este el espacio que hemos creado para que podamos  hacer más eficaz y productiva la cooperación en la región del Gran Caribe en áreas estratégicas para el progreso y el bienestar general de los países que la integran.

 

Hemos aprobado un Plan de Acción, que es la guía de nuestro trabajo diario. En él hemos contemplado seis áreas, a saber: Cooperación en turismo sostenible, Comercio e Inversión, Prevención de Desastres, Transporte, Protección del Mar Caribe y en Educación,  Cultura y Tecnología. En cada una de ellas hemos establecido proyectos y actividades concretas para desarrollar, sobre los cuales hablaremos en artículos venideros.

 

La Asociación de Estados del Caribe es el espacio de diálogo y cooperación más ambicioso que existe hoy en el Gran Caribe. En su seno se reúnen todas las islas del Caribe, todos los países de Centroamérica, Colombia, Venezuela y México. Juntos podemos unir fuerzas para la solución de muchos de nuestros problemas, lo único que necesitamos hacer es utilizar nuestras habilidades con el fin de lograr metas en común para respaldar los cimientos del desarrollo de nuestra gente.

Sobre la AEC

La Asociación de Estados del Caribe es la organización para la consulta, la cooperación y la acción concertada en la esfera del comercio, el transporte, el turismo sostenible y los desastres naturales en el Gran Caribe. Sus Estados Miembros son Antigua y Barbuda, Las Bahamas, Barbados, Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, República Dominicana, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, México, Jamaica, Nicaragua, Panamá, St. Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, y Venezuela. Sus Miembros Asociados son Aruba, Curazao, (Francia, en nombre de Guyana Francesa, San Bartolomé y San Martín), Guadalupe, Los Países Bajos, en nombre de Bonaire, Saba y Sint Eustatius, Martinica, Sint Maarten, Islas Turcas y Caicos.